¿Tu comunidad necesita cambiar la vieja caldera central, pero nadie sabe qué sistema elegir?
Si estás comparando opciones y te preocupa hacer una inversión que de verdad valga la pena, este artículo es justo lo que necesitas.
Aquí te explicamos por qué cada vez más comunidades están apostando por las calderas de biomasa frente a otras soluciones como el gas o la bomba de calor.
Verás que, además de ser más económicas en su instalación, ofrecen un rendimiento térmico superior, son más sostenibles y permiten acceder a importantes subvenciones y bonificaciones fiscales.
Entendemos tu situación: buscar una alternativa más eficiente, que cumpla la normativa, sea viable económicamente y tenga el respaldo de los vecinos no es tarea fácil.
Por eso hemos preparado esta guía con todo lo que debes saber para elegir la mejor opción.
Te mostraremos las ventajas e inconvenientes de cada sistema, cómo se toman decisiones en junta, qué ayudas existen y por qué la biomasa, con pellets certificados EN PLUS A1 como los de Carbón Verde, es la elección más inteligente.
¿Por qué cambiar la caldera central de tu comunidad?
Cambiar una caldera comunitaria no es solo una cuestión de modernizarse: es una necesidad económica, legal y energética.
Estas son las razones principales por las que muchas comunidades ya están dando el paso:
1# Altos costes de mantenimiento y averías frecuentes
Las calderas antiguas de gas o gasoil requieren reparaciones constantes, piezas de repuesto difíciles de conseguir y mantenimientos más costosos.
Además, suelen sufrir averías en los momentos más inoportunos (como en pleno invierno), lo que dispara el gasto y genera malestar entre los vecinos.
Por si fuera poco, muchas compañías de mantenimiento están dejando de dar servicio a equipos obsoletos, lo que obliga a buscar soluciones temporales más caras y menos eficientes.
2# Sistemas ineficientes que disparan el consumo energético
Una caldera antigua consume mucha más energía para generar el mismo nivel de confort térmico.
Esto se traduce en facturas elevadas para toda la comunidad, sobre todo en invierno.
Además, este tipo de sistemas suelen tener pérdidas por calor mal aprovechado y distribuciones de energía poco equitativas entre vecinos, lo que complica aún más su gestión y reparto de costes.
Cambiar a un sistema moderno y eficiente —como la biomasa o una bomba de calor— puede reducir el consumo hasta en un 40%-50%, lo que supone un gran ahorro a medio y largo plazo.
3# Nuevas normativas que obligan a adaptar las instalaciones a requisitos de sostenibilidad y eficiencia
Con la entrada en vigor de nuevas regulaciones como el Real Decreto 736/2020, muchas comunidades con calefacción central están obligadas a:
- Instalar contadores individuales o repartidores de costes
- Mejorar el rendimiento energético de las instalaciones
- Cumplir con los estándares de emisiones y sostenibilidad
Además, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y las directivas europeas están impulsando la sustitución de calderas contaminantes por sistemas de energía renovable.
Esto significa que, si no haces el cambio por iniciativa propia, es probable que te veas obligado a hacerlo en los próximos años.
La buena noticia es que este contexto también viene acompañado de subvenciones, ayudas y deducciones fiscales para quienes se adelanten y apuesten por soluciones más limpias y eficientes.
¿Qué opciones hay para cambiar una caldera comunitaria?
Hoy en día, las comunidades de propietarios pueden elegir entre distintos sistemas de calefacción central.
Cada uno tiene sus particularidades en cuanto a coste, eficiencia, sostenibilidad e instalación.
Aquí te explicamos las principales opciones:
1# Calderas de gas natural
Son una de las opciones más habituales en comunidades urbanas, siempre que exista red de distribución en la zona.
- La inversión inicial es moderada, sobre todo si se mantiene parte de la infraestructura existente.
- Sin embargo, el precio del gas natural ha subido mucho en los últimos años, y se espera que siga siendo volátil debido a factores geopolíticos y de mercado.
- Aunque son más eficientes que las de gasoil, siguen siendo sistemas fósiles, con un impacto ambiental considerable.
No siempre es posible instalarlas en zonas rurales o alejadas de núcleos urbanos por la falta de red de gas.
2# Calderas de gas propano
Esta opción se utiliza principalmente en comunidades donde no hay acceso a red de gas natural.
- Funcionan con depósitos de gas propano, que deben rellenarse periódicamente mediante camiones cisterna.
- Aunque son fáciles de instalar, el suministro depende de la logística externa y el precio del propano suele ser más alto que el del gas natural.
- También requiere espacio para los depósitos y un mayor control de seguridad.
Es una opción de transición que no siempre resulta rentable ni sostenible a largo plazo.
3# Bombas de calor (aerotermia)
La aerotermia es uno de los sistemas más eficientes del mercado, ya que extrae energía del aire exterior para generar calefacción, refrigeración y agua caliente.
- Su eficiencia energética puede superar el 400% si se combina con suelo radiante.
- No emite gases contaminantes y se considera una energía renovable, ideal para edificios con buen aislamiento.
- Pero atención: la inversión inicial es alta y suele requerir una reforma integral del sistema existente, además de estudios técnicos y espacio suficiente.
Ideal para comunidades nuevas o rehabilitaciones integrales, pero menos accesible económicamente para muchas fincas.
4# Calderas de biomasa (pellets o briquetas)
Son una alternativa eficiente, sostenible y más asequible que otras opciones más tecnológicas o dependientes del gas.
- Utilizan combustibles renovables como pellets o briquetas de madera, con baja huella de carbono y producción local.
- El coste de instalación es menor que en aerotermia y no requiere una transformación total del sistema de calefacción.
- Son compatibles con radiadores existentes y permiten una automatización del suministro (silo + sistema neumático).
Además, si se utilizan pellets en Logroño o cualquier punto del país, certificados EN PLUS A1, como los que ofrece Carbón Verde, el rendimiento térmico es muy alto y el mantenimiento se reduce al mínimo.
La opción más equilibrada entre eficiencia, inversión y sostenibilidad para muchas comunidades de vecinos.
Ventajas de instalar una caldera de biomasa en tu comunidad
Optar por una caldera de biomasa no solo es una decisión responsable con el medio ambiente, también es una estrategia inteligente para ahorrar a corto y medio plazo.
Aquí te explicamos por qué:
1# Ahorro en costes de instalación
Comparada con una bomba de calor o una caldera de gas central moderna, la caldera de biomasa requiere una inversión mucho menor.
Esto se debe a que:
- No necesita una transformación integral del sistema de calefacción existente.
- Es compatible con los radiadores y acumuladores de agua caliente que ya hay instalados.
- Se puede adaptar fácilmente a la actual sala de calderas, reduciendo el coste de obra.
Este menor coste inicial facilita la aprobación en junta, sobre todo en comunidades con presupuestos ajustados.
Además, al dividirse entre todos los vecinos, el impacto económico por vivienda es muy razonable.
2# Rendimiento térmico superior
Las calderas de biomasa modernas, en especial las que utilizan pellets certificados EN PLUS A1, ofrecen un rendimiento térmico muy elevado:
- Tienen un alto poder calorífico, lo que permite calentar más superficie con menor cantidad de combustible.
- Generan menos residuos, lo que implica menos limpiezas y menos mantenimiento.
- Su funcionamiento está automatizado: el sistema se alimenta solo desde el silo, y la combustión es precisa y eficiente.
En resumen: más calor, con menos consumo y menos esfuerzo.
3# Sostenibilidad real y compromiso local
A diferencia de las calderas de gas o gasoil, las de biomasa no emiten gases contaminantes derivados del petróleo.
- Funcionan con recursos renovables, como los pellets, que se obtienen a partir de residuos forestales y maderas recicladas.
- Su huella de carbono es prácticamente neutra, ya que el CO₂ que emiten durante la combustión es el mismo que absorbieron los árboles durante su crecimiento.
- Además, fomentan la economía circular: los pellets suelen producirse localmente, lo que genera empleo en zonas rurales y reduce la dependencia energética del exterior.
Apostar por biomasa es apostar por una energía limpia, responsable y con impacto social positivo.
4# Acceso a subvenciones y deducciones fiscales
Instalar una caldera de biomasa también te abre las puertas a ayudas públicas muy atractivas, tanto a nivel local como nacional:
- Bonificaciones del IBI: muchos ayuntamientos ofrecen descuentos en el impuesto sobre bienes inmuebles si se instalan energías renovables.
- Deducciones fiscales en el IRPF: puedes recuperar parte de la inversión en tu declaración anual.
- Subvenciones autonómicas y estatales: existen líneas de ayuda específicas para comunidades de vecinos que mejoran la eficiencia energética.
Todo esto reduce mucho el coste final de la instalación, haciendo que la biomasa sea una opción aún más rentable a medio y largo plazo.
Cómo tomar decisiones en comunidad: legalidad, votaciones y mayorías
No necesitas unanimidad para cambiar la caldera de tu comunidad.
Según la Ley de Propiedad Horizontal, solo hace falta:
- Mayoría simple de los propietarios que representen la mayoría de las cuotas de participación.
- Que el coste no supere nueve mensualidades ordinarias de gastos comunes.
Si la nueva instalación mejora la eficiencia energética y reduce gastos, será fácil justificar la inversión.
Consejo: asegúrate de presentar presupuestos bien explicados, comparativas y posibles ayudas públicas para facilitar la aprobación en junta.
¿Y si cambiamos a aerotermia o bomba de calor? Comparativa con biomasa
CRITERIO | BOMBA DE CALOR | CALDERA DE BIOMASA |
Inversión inicial |
Alta |
Media-baja |
Mantenimiento |
Medio |
Medio |
Eficiencia |
Alta |
Alta |
Impacto ambiental |
Bajo |
Bajo |
Subvenciones disponibles |
Sí |
Sí |
En resumen: la biomasa gana en precio, sostenibilidad y rendimiento a corto y medio plazo.
Solo pierde si el edificio no tiene espacio para almacenar pellets o briquetas, pero en muchos casos eso puede resolverse fácilmente.
Subvenciones y ayudas disponibles para cambiar la caldera comunitaria
Instalar una caldera más eficiente no solo es inteligente: también está premiado por las administraciones.
Puedes acceder a:
- Subvenciones autonómicas para eficiencia energética
- Ayudas europeas y fondos de recuperación
- Bonificaciones del IBI
- Deducciones fiscales en el IRPF por inversiones en eficiencia
Muchos proveedores —como Carbón Verde— te asesoran gratis para que no pierdas ninguna ayuda.
Consejos para elegir el sistema de calefacción más adecuado
- Evalúa la zona climática y el aislamiento del edificio.
- Considera el tipo de emisores (radiadores, suelo radiante…).
- Ten en cuenta el espacio para instalar acumuladores de ACS, depósitos o silos.
- Compara costes reales a 5-10 años, no solo la instalación inicial.
- Pregunta por sistemas de suministro automático de pellets, que facilitan el mantenimiento.
¿Cómo instalar una nueva caldera comunitaria paso a paso?
- Estudio energético de la comunidad
- Presentación de alternativas en junta
- Aprobación por mayoría simple
- Solicitud de presupuestos y subvenciones
- Ejecución del proyecto e instalación
- Alta de contadores individuales o repartidores de costes si es necesario
- Revisión y mantenimiento anual
Conclusión: ¿Vale la pena cambiar la caldera por una de biomasa?
Sí. Si tu comunidad quiere una solución que:
- Sea más barata que la bomba de calor
- Ahorre energía desde el primer invierno
- Cuide el medio ambiente y dinamice la economía local
- Te permita acceder a subvenciones y ayudas fiscales
- Y tenga una instalación sencilla y rápida…
Entonces una caldera de biomasa con pellets certificados EN PLUS A1 como los de Carbón Verde es la mejor opción que puedes tomar hoy.