¿Quieres aislar tu casa al máximo nivel para protegerla del frío y del calor?
¿Te gustaría ahorrar en calefacción cada invierno con un buen aislamiento de tu hogar?
Aquí te explicaré cómo aislar una casa ya construida, sumado a otra información de utilidad, como el presupuesto, por dónde empezar, qué materiales usar y mucho más.
Pero antes debes saber algo.
Aislar una casa es fundamental para reducir el consumo energético y mejorar tu nivel de confort.
Pero también es vital instalar un buen sistema de calefacción.
La biomasa es una excelente opción por estos motivos:
- Permite ahorrar: el precio del pellet es inferior al de otros combustibles fósiles
- Es respetuoso con el medioambiente
¡Vamos allá!
¿Qué implica el aislamiento de una casa ya construida?
Cuando hablamos de aislamiento en una vivienda, nos referimos a cualquier material que se utilice como aislante para cualquier propósito.
En la mayoría de casos es para propósitos térmicos.
El aislamiento térmico se define como el uso de materiales que son apropiados y se adaptan al hogar, para así retardar la transferencia de calor de la vivienda.
Esto permitirá que se reduzca la pérdida o ganancia de temperatura, que dependerá de las condiciones ambientales en el exterior.
La mayoría de personas en verano no consideran realizar este proyecto, motivado a que es más fácil solucionar el calor con un aire acondicionado o una mini piscina para refrescarse, pero en el invierno es más complicado, de hecho, el proyecto requiere de bastante tiempo, debido a que se trabaja por fases.
Primeros pasos para aislar térmicamente una casa
El aislamiento de una vivienda ya construida es algo que en algún momento de nuestras vidas se deberá realizar.
Si analizamos a fondo este problema, se gastará mucho más dinero a la larga en términos de calefacción y refrigeración del hogar, ya que será necesaria una demanda de energía mayor.
Lo primero es saber por dónde se filtra el calor del hogar, los lugares más comunes son los muros, ventanas, puertas y tejado, así que lo correcto es consultar con un profesional en el tema, que determinará qué zona es la más crítica.
Generalmente el experto se fijará en los tejados y muros del hogar, ya que se ha comprobado que el 30% del calor se escapa por estos puntos.
Luego están las paredes, que son otro punto importante, aquí hablamos de que un 25% de la temperatura llega a salir por esta vía.
El profesional, antes de determinar qué técnica es la más acorde a utilizar para el proyecto, observará otros factores, por ejemplo: de qué manera se hizo la construcción, si tiene un aislamiento térmico previo y si hubo cámara de aire.
Además, se fijará en las puertas, ventanas y conductos de aire de la vivienda, si las mismas están en buen estado, o en su defecto, tienen alguna rendija o quiebre que permite que el aire se escape.
Una vez que termina la inspección se sabrá cuáles son los puntos a tratar.
¿Cómo aislar una pared?
Una de las dudas que tienen los clientes a la hora de aislar una casa ya construida, es si tienen que irse unos días del hogar.
La realidad es que no.
De por sí el aislamiento térmico de una pared es un proceso bastante simple que puede tardar, como mucho, un par de días (en jornadas de ocho horas de trabajo continuo).
Los materiales a utilizar varían según la empresa que se contrate, además del estado de la vivienda, lo cual se sabrá al hacer un análisis previo del hogar, ya sea la fachada, cámara de aire o puentes térmicos.
Según los resultados, se elige cuál es el método más acorde y el material que se adapte al hogar.
Los más comunes son la instalación de paneles, la inyección de aislantes ecológicos o sintéticos en la cámara aire, fibras de madera sobre las bases de la construcción, entre otros.
Fibra de madera
A día de hoy es una de las elecciones de preferencia de los clientes, primeramente, porque es económico, tiene unas propiedades de aislamiento térmico y acústico arriba de la media, además cuenta con propiedades ignífugas, insecticidas y antifúngicas.
Son una serie de láminas que se colocan en los puntos más endebles de la pared y posteriormente se recubre para pasar desapercibido y que no altere la estética del hogar.
Posteriormente se comprueba con la termografía si el calor se sigue filtrando por algún punto, para así brindar un refuerzo.
Tabiquería
Esta es otra elección bastante popular, aquí se utilizan una serie de paneles de lana mineral, de vidrio, inclusive de fibra de madera, pero con la gran diferencia de que desde el interior de la vivienda se procede a colocar una serie de capas que van recubriendo los puntos endebles y aíslan la fachada desde dentro del hogar.
Al usar fibra de vidrio y lana mineral en conjunto nos aseguramos que nuestro hogar deje de sufrir pérdidas de calor a través de las paredes, ya que los paneles funcionan como un abrigo, además podrás fijarte que el tipo de aislamiento acústico mejorará notablemente.
Instalación de paneles aislantes
Aquí hablamos de un proyecto que es un poco más costoso, ya que sería romper la pared, posteriormente colocar dentro de ella una serie de paneles aislantes que estarán fijados en el centro, luego se recubre con yeso u otro tipo de material, en la mayoría de casos sintético, por ejemplo: el poliestireno extruido, pladur o corcho.
Tras colocar esa lámina, entraría nuevamente la construcción de la pared tal y como estaba.
Ciertamente, aquí hablamos de un proceso bastante lento, y que puede provocar mayor suciedad en el hogar, además que puede causar alergias.
Inyección aislante
Cuando existe la posibilidad de ver el estado de la cámara de aire, se puede recurrir a la inyección de un aislante térmico que llene los espacios que se crean en el exterior y por los cuales está saliendo el aire frío o caliente.
El especialista encargado de la obra decidirá cuál es el material más recomendable.
Posteriormente se comienza a taladrar la pared, luego se realizan una serie de agujeros, cada uno separado por unos 50 centímetros aproximadamente, para así insertar una pistola de inyección e ir rellenando la fachada del hogar desde el interior.
Se debe considerar el grosor de las cámaras de aire del hogar, ya que, si son muy grandes, se deberá utilizar más material aislante, esto significa que el grado de aislamiento será mayor.
Los aislantes térmicos de este tipo, una vez que se inyectan en la fachada, permiten conservar la temperatura en el hogar, y por supuesto, evita escape y pérdida de energía calórica.
Respecto a los materiales, muchas personas prefieren los sintéticos, por ejemplo: poliuretano, poliestireno extruido o cualquier otro producto derivado.
Pero en opciones ecológicas existe el corcho triturado o la celulosa, y los precios son similares.
¿Cómo aislar un techo?
El proceso de aislamiento del techo de una vivienda ya construida no es muy diferente al de las paredes.
No obstante, es recomendable buscar asesoría de un profesional, ya que la mayoría de los problemas de este tipo provienen de la cubierta.
Después de todo, es la zona más expuesta al exterior, recibe los rayos del sol, lluvia, nieve, además de que el cambio de temperatura del calor del día al frío de la noche hace estragos.
En la mayoría de casos en que se debe aislar una casa ya construida se deberá gastar más dinero, la razón es que se necesitan realizar modificaciones puntuales para minimizar el impacto de las condiciones ambientales.
Según los resultados, entre los posteriores arreglos a la cubierta, vendría el aislamiento del techo desde la parte interna del hogar.
En este sentido, hay varias opciones disponibles para ello, inclusive algunas que no necesitan mano de obra.
Aislamiento insuflado
Si buscas ahorrar algo de dinero en mano de obra, esta es la mejor opción disponible, ya que es sumamente fácil de aplicar, lo único que deberás hacer es inyectar el aislamiento a granel, eso sí, hay distintos tipos de materiales que pueden aplicarse.
El primero de ellos es la lana de roca, que son fibras de origen volcánico que se obtienen tras altas temperaturas.
Se encuentran en forma de rollos y resisten de forma excelente la humedad, el frío y el calor.
Luego está la celulosa, este material se obtiene a través de la trituración de papel periódico y su mezcla con sales de boro.
Si eres de las personas que prefieren usar elementos ecológicos, esta es la opción que te recomendamos, además es bastante económico, muy resistente a la humedad y cuenta con propiedades ignífugas.
Paneles aislantes
Esta es otra alternativa a considerar si no se quiere gastar dinero en mano de obra, aquí se utilizan paneles o placas aislantes de diferentes grosores y materiales, que se apilan debajo del techo, tapando cualquier filtración de aire caliente o frío.
Respecto a qué material usar, te podemos recomendar tres.
El primero es el poliestireno extruido, muy resistente a la humedad, tiene la ventaja de que soporta bastante peso sin deformarse.
Además, las placas de este material son fáciles de manejar porque no son muy gruesas.
Si buscas otra alternativa, tienes el poliestireno expandido que se caracteriza por tener una capacidad térmica muy alta; eso sí, se debe entender que hay de diferentes grosores, así que algunos paneles pueden ser complicados de manejar.
Finalmente, tenemos el poliuretano, también conocido como paneles de sándwich.
Este es el material con mejor resistencia térmica entre los aislantes para techos y el mecanismo es distinto al resto.
Aquí tenemos dos placas metálicas y una de espuma que va entre ellas.
En este caso, lo recomendable es contar con mano de obra profesional.
Rollos reflexivos
Este es un aislante que se está popularizando por sus bajos precios y fácil instalación, ya que no es necesario el uso de mano de obra profesional.
Los rollos reflexivos son un compuesto de varias capas de burbujas de polietileno, entre varias láminas de aluminio, que se van desplegando sobre el techo.
La gran ventaja de este material es que es muy resistente a la humedad, las deformaciones tampoco son problema, son ignífugas y evitan la aparición de hongos.
Esto sin dejar de lado que son ligeros.
¿Cómo aislar un tejado?
Uno de los problemas que presentan las casas antiguas es que su tejado, con el paso de los años se ha deteriorado.
Como antes mencionamos, por esta zona es por donde escapa la mayor parte del calor natural, así que es necesario añadir una capa de aislante de alguno de los materiales que hemos mencionado en las secciones anteriores.
Ya que esto nos permite ahorrar mucho dinero que se invertiría en consumo energético, de por sí, el proceso que recomendamos sin la necesidad de cambiar las tejas por unas más resistentes, es añadir pequeñas capas en los puntos cuya filtración térmica sea mayor.
Esto se determina a través de un termógrafo.
El cómo aislar el tejado de una casa construida es una tarea que se debe hacer con asesoría profesional, ya que el riesgo de caída es muy grande, sumado a que según el estado de la zona no es conveniente poner un pie sobre la misma, puesto que existe el riesgo de que el paso haga colapsar la estructura.
El equipo profesional encargado contará con todas las herramientas necesarias para subir con seguridad, determinará cuáles son los puntos más endebles, que generalmente son aquellos que tienen moho, hongos, filtraciones entre otros.
Se encargarán de retirar las partes que estén más afectadas.
Si el daño es muy grande, se colocarán nuevas tejas, además del soporte necesario, si no se procede a colocar una serie de láminas en la mayoría de casos de poliestireno extruido.
Las ventajas de aislar el tejado por fuera son varias, la primera de ellas es que nos aseguramos de que las grietas y fisuras en el exterior se solventen.
Podrás decirle adiós a los puentes térmicos, además la estructura de la cubierta mantendrá el calor y la construcción en sí obtendrá inercia térmica.
El proceso de rehabilitación del tejado llevará varios días pero -al ser una tarea que se hace en el exterior- no afectará para nada la vida diaria de los miembros del hogar, tampoco se reducirá la altura libre de la casa bajo la cubierta.
¿Cómo se aíslan puertas y ventanas?
El aislamiento de puertas y ventanas es un proceso mucho más simple que en otras áreas de la casa.
Lo mejor es aclimatar la zona a través de un Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior SATE.
En todo caso el procedimiento es más simple, no necesitas contratar un profesional en la materia, ni solicitar mano de obra, incluso en tiempo es bastante rápido.
El aislamiento por compresión es la respuesta más frecuente para la problemática.
Se utilizan una serie de cintas selladoras, que contienen elementos autoadhesivos. Hay que entender que cada dos o tres años se deben renovar, pero los costes son bastante bajos.
Eso sí, hay dos tipos de cintas selladoras, la primera es para interior, entre los materiales más utilizados tenemos las espumas de PVC.
Aquí hablamos de un material con mucha resistencia, además de alta tolerancia al frío y al calor.
Luego está la espuma de poliuretano, que es mucho más flexible que el PVC, tiene las mismas ventajas, pero es recomendable utilizarlo solo en puertas livianas.
Por último, tenemos el sellador de PVC, con una resistencia mayor a las dos antes mencionadas, una flexibilidad superior y diseñado especialmente para portones muy pesados.
Si hablamos de cintas selladoras para exteriores, dentro de las mejores opciones tenemos la huincha aislante.
Esta es una espuma de doble contacto que está diseñada especialmente para cubrir marcos para ventanas.
También tenemos la silicona que se utiliza para los bordes de puertas y ventanas que tienen unas pequeñas filtraciones.
Finalmente, tenemos la espuma expansiva de polipropileno, que es la opción que recomendamos cuando hay un gran espacio entre un marco y una pared.
Dentro de las ventajas de este material está su alta resistencia al frío, calor y humedad, además que es muy difícil que pierda su forma y adherencia.
El proceso de aislar es bastante sencillo, lo primero que se deberá hacer es preparar la superficie, así que busca un paño seco, procede a retirar el polvo, mugre y cualquier otra suciedad que pueda obstruir la zona en la cual se colocará la cinta selladora.
Ahora tendrás que retirar la protección de la cinta, de por sí tienen un trozo que sobresale, se desprende el mismo y se coloca el material aislante sobre la puerta o ventana.
Luego tendrás que ejercer presión para que se adhiera sobre la superficie. Por último, sólo quedará quitar el excedente.
¿Cuánto cuesta aislar una casa?
Te hemos hablado bastante sobre cómo aislar las paredes, ventanas, puertas, tejado y techo de tu hogar, conoces las técnicas, materiales más utilizados, y hasta algunos consejos de utilidad, pero ahora toca hablar de un punto importante: ¿Cuánto cuesta aislar una casa ya construida?
Y en esto hay muchos factores a considerar.
Lo primero es analizar cuál es la superficie total a aislar, porque cuantos más metros cuadrados sean expuestos a reparaciones, el presupuesto será mayor, aunque recordemos que, en el caso de ventanas y puertas, no es necesaria una asesoría profesional.
A continuación, debemos determinar de qué forma vamos aislar nuestra vivienda.
Todo depende de la situación de los miembros del hogar, ya que en cierta forma es más económico realizar un aislamiento desde el interior, pero se perjudica la comodidad, y en el caso de exteriores, se necesitan tomar más medidas de seguridad, que eso se traduce en dinero adicional.
Hay que hablar sobre las distintas técnicas y materiales, algunos son más costosos que otros, pero la resistencia será mayor.
Generalmente, las empresas especializadas en materiales recomiendan el aislamiento SATE, el uso de pladur, o en su defecto, técnicas de insuflado o soplado.
Es importante saber que cada una de estas opciones se ajusta según las necesidades del cliente y el área que se aislará térmicamente.
El tipo de perforaciones que se harán, la distancia y el tamaño de las mismas es otro factor importante a la hora de calcular un presupuesto, porque si se usa un aislamiento insuflado, se deberán realizar distintos agujeros en función del tipo de pared o fachada, además del material elegido.
Considera lo siguiente, también la pared o fachada que vamos a aislar condiciona el presupuesto, ya que según el material en la cual se hayan realizado, sumado al grosor, significará que se deberán realizar perforaciones adicionales, según el espesor de la cámara de aire entrará más aislante, en otras palabras, más dinero que se tendrá que invertir.
Un factor adicional a tener en cuenta es el tipo de aislante.
Si prefieres lana de roca o mineral el precio aumenta, de modo que la opción más económica, sin perjudicar la calidad, es la celulosa.
Además, existen elementos externos que pueden complicar el proceso de aislamiento de una casa, ya sea por la aparición de cajones de persiana comunicados, si la fachada o las paredes son muy débiles, por ende, no se podrá colocar el material aislante, sino, en todo caso, primero se necesita reforzar la superficie, entre otras cosas.
Entonces, si consideramos todos estos factores, el presupuesto para un piso es de unos 1.000 euros como mínimo, hasta un máximo de 1500 euros.
Pero si hablamos de aislar una vivienda independiente, aquellas que tienen patio, dos o tres pisos y demás, se recomienda contar con el doble de presupuesto.
Subvenciones para eficiencia energética
Quizá para muchas personas lograr un aislamiento efectivo de su casa es una inversión muy costosa y, por ende, prefieren gastar más en consumo energético a corto plazo que gastarse sus ahorros.
El principal problema de esta decisión es que arruinaremos el planeta a largo plazo.
Con la finalidad de reducir el consumo energético de la calefacción clásica y aire acondicionado, existen ayudas en España, por ejemplo, en Castilla y León, se pueden solicitar subvenciones en concepto de eficiencia energética.
Pueden acceder a estas ayudas propietarios de pisos, viviendas, juntas de vecinos, empresas, trabajadores autónomos, compañías de servicios energéticos, entidades sin ánimo de lucro, asociaciones y muchos más.
Los requisitos son pocos, primero se debe firmar una carta en la cual se compromete a la reducción del consumo de energía, por al menos un 10% según la situación de partida.
También se deberá mejorar la calificación energética en al menos una letra medida en la escala de emisiones de CO2, a partir de que se formalizó el acuerdo.
Este tipo de ayuda se realiza siempre y cuando la estructura sea una vivienda unifamiliar, un edificio de tipología residencial o una edificación que se le da cualquier otro uso, como administrativo, sanitario, educativo, cultural, entre otros.
Es importante saber que los edificios en construcción, o en su defecto, que estén en proceso de ser ampliados, no podrán recibir dicha ayuda.
Tampoco las edificaciones que están próximas a ser derrumbadas o se les vaya a dar un cambio de uso oficial.
Quienes soliciten esta ayuda se comprometen también a cambiar ciertas instalaciones térmicas por alternativas más respetuosas con el medio ambiente, por ejemplo: energía solar térmica, geotérmica, biomasa, entre otros.
El coste del IVA y otros impuestos relacionados con el proyecto, los pagará la parte solicitante, la comunidad de Castilla y León se compromete a ofrecer una ayuda en la mano de obra, materiales e instalación, pero no en el cálculo de presupuesto.
Otras soluciones para reducir el consumo de energía
A continuación descubrirás algunos consejos que te ayudarán a reducir el consumo de energía y a ahorrar más:
Usa colores claros en las paredes
Lo primero que recomendamos es el uso de colores claros en las paredes, ya que las tonalidades pasteles dispersan la iluminación y reducen la necesidad de luz artificial, especialmente cuando las ventanas en el hogar son pocas, y por supuesto, se aprovecha la luz del sol.
Cambia el fondo de pantalla de tu PC
Si eres de las personas que usa un ordenador de forma recurrente, te aconsejamos que cambies el fondo de pantalla por una imagen en negro, ya que la energía que consume el monitor es mayor al usar paletas de colores variados, también puedes activar el modo de descanso, en el cual el equipo se apagará tras no ser usado en un lapso de tiempo determinado.
Separa el área para cocinar de la nevera
Es aconsejable separar la zona de cocina de la nevera, ya que los fogones calientan y la nevera enfría. Si ambos están en un mismo espacio, su eficacia disminuirá.
No metas alimentos calientes en la nevera
Tampoco es correcto guardar alimentos calientes en la nevera, esto no daña el equipo, pero lo obliga a utilizar más energía.
Instala sistema de calefacción eficiente
Seguro que en invierno te gustaría contar con un sistema eficaz de calefacción.
Sin duda, la mejor alternativa en calidad y precio son las estufas y calderas de pellets, ya que tendrás calefacción y agua caliente en tu casa, disminuyendo de forma considerable el consumo energético.
Además, las estufas de pellets tienen la ventaja de que ayudan a climatizar el hogar, esto permite que el aislamiento de nuestra vivienda sea más efectivo y la inversión dure más tiempo.
Esto sin dejar de lado que al usar la biomasa como combustible estarás ayudando al medio ambiente, tu nivel de contaminación será mínimo.
Compra bombillas LED
Empieza a comprar bombillas LED, ciertamente son algo más caras que las convencionales, pero a la larga terminas ahorrando, ya que su durabilidad es de un 80% mayor que las convencionales, además su nivel de iluminación es más alto.
Desconecta aparatos que no uses
Esto seguro lo habrás escuchado mucho, pero si un aparato electrónico no lo estás utilizando, lo mejor es que lo desconectes de la toma de corriente, en este caso hablamos de lámparas, cargadores de móvil, televisores, ordenadores, consolas de videojuegos y similares.
Ya que, a pesar de no estar en funcionamiento, si permanecen enchufados a la corriente eléctrica consumen aproximadamente un 15% de la carga habitual.
Renueva tu nevera
Si eres de las personas que tienen una nevera de hace 30 o 40 años, es aconsejable que busques modelos más nuevos, ya que tienen un rendimiento energético mucho más alto.
El consumo de energía será menor y lo notarás en tus facturas a partir del primer mes.
Si sigues estos consejos que te hemos ofrecido en este artículo, lo más probable es que tu consumo de energía eléctrica sea hasta un 25% menor, de modo que lograrás ahorrar dinero en las facturas de luz y otros servicios.