A pesar de que la mayoría de viviendas y negocios a día de hoy utilizan principalmente combustibles fósiles, eso no significa que no existan otro tipo de energías.
No obstante, en muchos casos el inconveniente de usar otro tipo de combustible es el almacenamiento, ya que puede resultar algo más tedioso, si no se almacena en sacos de pellets.
¿La razón? Deben estar bajo una serie de condiciones según la materia que se vaya a utilizar.
Con la finalidad de ayudarte, hoy te vamos a hablar sobre los distintos silos para biomasa que existen y cuándo utilizar uno u otro dependiendo del caso.
¿Qué son los silos para biomasa?
La biomasa es toda materia orgánica que puede ser utilizada como fuente de energía. Su origen puede ser animal o vegetal, y puede obtenerse de manera natural o, en su defecto, a través de una serie de procesos artificiales.
Todas estos procesos se hacen en centrales especializadas en biomasa y, para convertirse en energía, se someten a distintas transformaciones químicas. Es importante que entiendas que la biomasa, es cualquier producto natural que no sirve para ser consumido por ningún ser vivo, pero sí tiene un gran valor energético.
Ya comprendiendo qué es la biomasa, es evidente que a diferencia de los combustibles fósiles, necesita de más cuidados, debido a que se deteriora con suma facilidad. Es ahí donde cobran protagonismo los silos, una construcción que carece de humedad y nos permitirá resguardar la materia que usaremos como recurso energético.
Los silos de biomasa son los que permiten almacenar este tipo de combustible, que es generalmente pellet. Este se coloca en la parte superior de la construcción, para descargar y posteriormente alimentar la caldera por la parte inferior.
En dicho caso se utiliza un tornillo sinfín o un sistema neumático. Te aconsejamos que a la hora de adquirir uno siempre busques el asesoramiento de un profesional.
Tipos de silos para biomasa
Ahora que entiendes lo que es la biomasa y la importancia de su almacenamiento, lo correcto es instalar un silo. Eso sí, tendrás que tener en cuenta que según el material de la biomasa, se tendrá que diseñar una instalación acorde a la misma, sin dejar de lado otros factores como el tamaño y el consumo energético que se vaya a tener.
Leña
En la mayoría de los casos, la leña no necesita un silo, ya que se somete a procesos de carga manual. Pero eso no significa que no se pueda utilizar uno para salvaguardarla.
Eso sí ten en cuenta que en el espacio que vayas a utilizar deberás reservar una zona para el combustible. Además tendrás que asegurarte que se mantiene alejada de la lluvia o humedad en el ambiente, sino será una pérdida total.
Astillas
Si tu plan es utilizar astilla como biomasa, debes entender que no hay un tipo de silo específico para ello. Pero eso no significa que puedes utilizar cualquier construcción para este fin, ya que deberá contar con cintas transportadoras de un máximo de 25 metros de altura. ¿La razón? La caldera que será alimentada por nuestro silo se vacía por lotes.
En caso de no utilizar el mecanismo que mencionamos, lo más probable es que nuestro silo se llene de polvo o en su defecto las astillas formen un puente o cualquier otro tipo de masa que obstaculizan el proceso de alimentación de la caldera. Eso sí, este tipo de materiales tiene una serie de ventajas destacables.
La primera de ellas es que su rentabilidad siempre será óptima, no importa el volumen del depósito. Además son sumamente fiables, desde el momento de la medición, hasta el llenado. Por supuesto, son cómodos, ya que cuentan con una fácil visualización de los valores y configuración del sensor.
Pellet
A la hora de montar un silo para una caldera de biomasa, una de las mejores opciones son los pellets. Este es un compuesto de forma cilíndrica, con un diámetro muy pequeño que está elaborado con serrín natural, seco, sin aditivos.
La ventaja de este material es que es denso y, a la hora de sacar rentabilidad a su valor energético, es de lo mejor, ya que poseen un gran poder calorífico.
Las ventajas del pellet son muchas, por ejemplo es sumamente barato, su rentabilidad en el espacio de los silos es incluso mejor que las astillas. No produce casi humo al ser llevado a la caldera y, además, jamás caduca, siempre y cuando sea almacenado en un lugar seco.
Ten en cuenta que hay varios tipos de silos de biomasa para pellet, por lo que tendrás que elegir uno según las condiciones de tu hogar o empresa.
Prefabricados
Un silo prefabricado es todo aquel que fue diseñado por una fábrica con unas medidas que se producen en masa. Esto conlleva a una serie de ventajas, la primera de ellas es la facilidad de obtención, sumado a su instalación. Pero a su vez también tiene ciertas desventajas: si no se cuenta con el espacio suficiente, lo más probable es que luego de adquirirlo tengas que devolverlo.
Los silos prefabricados, tienden a ser hechos de metal. Además le debes sumar que su carga manual está en la media, pueden ser instalados cerca de la sala de calderas.
Es la opción recomendada en caso de que se vaya a hacer un consumo reducido del pellet o en su defecto se tenga como combustible alternativo.
Respecto a la carga neumática, sigue estando en la media, aunque en instalaciones que utilizan un gasto de recursos constante, lo más probable es que busques que la capacidad del silo sea de varias toneladas, como mínimo 4. Además de que su sistema de llenado y vaciado sea fácil.
Silos textiles
Los silos textiles, son aquellos que están hechos con una tela resistente, con la gran ventaja de que los puedes ubicar en la misma sala que está la caldera o en otra diferente.
Ten en cuenta que lo correcto es que esté instalado en un sitio bajo techo. Pero en caso de colocarlos en el exterior tendrás que asegurarte que tengan una base firme y un recubrimiento total, esto con el fin de alejar los rayos UV y humedad de los pellets.
Silos de obra
Esta es la otra cara de la moneda, el silo de obra es aquel que está diseñado según los espacios que tengas disponibles. Eso sí, tiende a ser la opción más costosa al tener que fabricarse con unas medidas específicas, esto sin dejar de lado otros factores, como por ejemplo el tiempo que vaya tardar y la instalación.
Aunque si el objetivo es dar la mayor rentabilidad al terreno que tengas en disposición, esta es la alternativa que deberás elegir.
Los silos de obra están enfocados para las empresas o particulares que utilizan los pellets como su fuente de energía habitual para las tareas del día a día. A la larga es la opción más económica en el mercado, dejando de lado el impacto inmediato que tendrá en las finanzas.
Ten en cuenta que a la hora del almacenamiento de biomasa en nuestro silo, tendrás que asegurarte que no haya ninguna toma de agua disponible, ya que tendrás que aislar cualquier humedad de la construcción para así proteger y resguardar el combustible. Recuerda que no hay un modelo fijo de este tipo de diseño, ya que cada caso es diferente al resto.
Silos subterráneos
El tener un silo subterráneo, es tu mejor opción si cuentas con poco espacio, ya que de nada sirve almacenar la biomasa, si no disponemos de una sala de calderas capaz de procesar la materia prima. Por ello, la opción de enterrar el combustible es excelente.
Ten en cuenta que será necesario un proceso de instalación costoso, puesto que se tendrá que abrir el terreno y acondicionar la zona.
Los silos de este tipo son de hormigón impermeabilizado o plástico. Te recomendamos que además trates de alejar la toma de agua de la construcción y, antes de colocarlo, te fijes bien en la humedad del suelo.
Silo auxiliar de caldera
Este tipo de silo es un accesorio a la caldera y normalmente a la hora de comprarla, el fabricante te ofrecerá esto como un extra. Generalmente, su ubicación estará al lado de la caldera. Respecto a los materiales con la cual están fabricados, se utiliza acero o carbono.
Además, tienen la ventaja de distintos tipos de transporte, ya sea para astillas o en su defecto pellets. Eso sí, ten en cuenta que el espacio de almacenamiento es pequeño, de modo que tendrás que recargar de forma constante.
Silos de carga manual
El nombre lo indica, la carga del combustible, ya sea astillas, leñas, huesos de aceitunas, entre otros, se realizará por el usuario, a diferencia de los tipos de silos de biomasa que mencionamos con anterioridad, cuyo mecanismo es neumático.
Los silos de carga manual tienden a ser pequeños, así que no ocupan mucho espacio en la sala de calderas. Los deberás utilizar si el consumo es muy bajo o, en su defecto, sea la única alternativa disponible si no tienes un lugar dónde guardar la biomasa.